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Un sacerdote celibe prepara el camino del senor.
En estos días de Adviento la iglesia nos presenta aquellas personas que prepararon la venida del Mesías: Maria en primer lugar, y San Juan Bautista en segundo.
Probablemente desde los 12 años Juan ha vivido en el desierto en una comunidad de monjes entregados a la vida ascética, al celibato y consagrados al estudio de la Palabra de Dios. Se les conoce con el nombre de “Esenios.” Por eso dice el evangelio: “San Juan apareció predicando en el desierto de Judea,” para anunciar la llegada inminente del reino de Dios.
La manera como Juan y su mensaje y la respuesta de las multitudes tuvo lugar es sin duda una preparación pre-sacramental del perdón de los pecados. Jesus se va a revelar en una comunidad convertida – limpia, perdonada, reconciliada con Dios.
Este proceso contado por Mateo y Lucas tiene los siguientes pasos.
1. La gente viene a Juan a buscar el perdón.
En el desierto no hay gente. Ellos vienen de Jerusalén y de las ciudades alrededor. Ellos salen de sus casas y de su comodidad al lugar en donde se realiza la reconciliación. No lo hacen en sus casas, ni en sus cuartos privados, ni en silencio, y ni privadamente.
2. Se tenían que arrepentir de sus pecados.
Juan les exige arrepentimiento, conversión, cambio de vida y enderezar sus caminos. Y en ciertos casos Juan les tiene que ayudar a hacer un examen de conciencia, recordándole los pecados a los fariseos, a los sacerdotes y a los soldados.
3. Ellos confesaban sus pecados.
Es una confesión externa, ante Juan o ante la comunidad. Es decir ante testigos. No es el reconocimiento silencioso e interior del pecado personal; tampoco es directamente con Dios, sin intermediarios humanos. Ese individualismo no es bíblico.
4. El perdón es sellado con un signo externo.
El perdón pedido y recibido se sella con una liturgia externa del bautismo en el agua. Es un veredicto que confirma la realidad del perdón.
5. Hay un ministro sacerdote.
Recordemos que Juan es Hijo del sacerdote Zacarías, y por tanto pertenecía a una familia sacerdotal, heredando el sacerdocio levítico. Tanto su padre Zacarías, como su Madre Isabel son de familias sacerdotales.
Juan ha aceptado el celibato en preparación a la manifestación del Mesías, así como ha aceptado la pobreza. Maria fue la primera persona en aceptar la virginidad por el reino de Dios.
Con esa opción de vida célibe, Juan prepara al pueblo para reconocer y aceptar a Jesus.
Se ven aquí los elementos esenciales del sacramento del perdón de los pecados, tal como lo celebramos hasta el día de hoy en la iglesia.
Se trata pues de una verdadera liturgia comunitaria, llena de símbolos materiales bellísimos, a la que pronto se va a unir la liturgia celestial en el bautismo de Jesus.
El primer sacramento revelado y preparado en el Nuevo Testamento es el del matrimonio con Maria y Jose, y el segundo es el del perdón de los pecados y el tercero el bautismo.
Jesus asumió el sacerdocio en su encarnación. Pero en continuidad con el misterio histórico del Antiguo Testamento, es Juan quien le esta entregando a Jesus el sacerdocio y el ministerio profético. Jesus los recibe no de los sacerdotes saduceos corruptos de Jerusalén, sino de una familia sacerdotal santa.
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