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Arzobispo Gregory M. Aymond
Clarion Herald
Usted ordenó a cuatro hombres al sacerdocio el sábado pasado en la Catedral de San Luis. ¿Podría compartir sus sentimientos, sobre la ordenación de los sacerdotes: Cory Ford, Kevin Seay, David Doyle y Long Thanh Pham, al sacerdocio?
Ellos provienen de entornos, experiencias de vida y familias, de origen muy diferentes, y todos son hombres llenos de fe, que han dicho sí al llamado de Dios, que han escuchado en lo más profundo de su corazón. Se me da el privilegio de confirmar el llamado de Dios, a través de la Iglesia y de ordenarlos.
Es una liturgia hermosa, que está llena de significado y, sin embargo, es bastante simple al mismo tiempo. Son llamados por el diácono y, luego presentados por el director de vocaciones, quien da testimonio de que están preparados para ser ordenados y, que han respondido al llamado de Dios y su Iglesia, a través de sus estudios, discernimiento y formación. La parte clave del rito de ordenación es la imposición de manos y la oración de ordenación sacerdotal, que se remonta a la época de los apóstoles, hace más de 2000 años. Los apóstoles oraron por los hombres que habían elegido para ser sacerdotes, les impusieron las manos e invocaron el don del Espíritu Santo sobre ellos. Hoy, hacemos exactamente lo mismo. Además, tuve el privilegio durante la liturgia, de ungir sus manos, para que pudieran tocar lo sagrado, consagrar y bendecir. Se les entregó el cáliz y la patena, no sólo como signo de su celebración de la Eucaristía, sino también, de su unión al misterio de la cruz del Señor y, de la aceptación tanto de las alegrías, como de los desafíos del ministerio sacerdotal en el nombre de Cristo.
También, se les entregaron las vestiduras sacerdotales de casulla y estola, y concelebraron la Misa con sus compañeros sacerdotes y los obispos. Es un humilde privilegio para mí, ordenar a alguien. Es interesante que un obispo pueda delegar la mayoría de las cosas que hace a otros, pero el rito de la ordenación, debe ser celebrado solo por un obispo.
¿Qué sabe de los cuatro sacerdotes nuevos?
Obviamente, creo que estos hombres han sido llamados y, los he llegado a conocer en sus años en el seminario. Cory Ford, asistió a St. Ben y, luego pasó al Seminario de Notre Dame, y los otros tres hombres, hicieron sus estudios teológicos en Notre Dame. Siempre es un privilegio y un placer, ordenar a hombres que conoces bien, y crees en su llamado al sacerdocio. ¡Es como ser un padre orgulloso!
Mencionó que, las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa, involucran a muchas personas.
Sí. Estoy muy agradecido con aquellos que los han alentado a lo largo del camino. Ciertamente, pienso en sus padres, quienes les han dado el don de la vida y la fe, así como en otros miembros de su familia y, en el personal docente y administrativo del seminario, que han sido parte de su formación. Creo que, con demasiada frecuencia, subestimamos la influencia de los profesores y el personal del seminario, en la forma en que los forman. Me gusta la imagen del profeta Jeremías, que habló de las manos de Dios, formándonos como barro en las manos de un alfarero. De eso se trata la formación sacerdotal: ser formados por las manos de Dios, y Dios usando a otros seres humanos para ayudar en esa formación.
Mientras reflexionamos sobre las vocaciones al sacerdocio, agradecemos al rector de St. Joseph Seminary College, el padre Gregory Boquet, O.S.B., y su personal; el rector del Seminario de Notre Dame, Padre Joshua Rodrigue, y su personal; nuestro director de vocaciones, el Padre Colm Cahill, y todos los que trabajan con él; y otros que promueven las vocaciones; el Padre Billy O'Riordan, quien ha sido director de seminaristas durante nueve años, y a todos los sacerdotes.
¿Cuál es el panorama actual de las vocaciones en la arquidiócesis?
Es bueno. Hace apenas dos semanas, nos regocijamos por la ordenación diaconal de tres hombres, que están en camino al sacerdocio el próximo año. También, tenemos un buen número de hombres solicitando ingreso al seminario para este otoño, lo cual, es una muy buena noticia. Pido a todos que oren por el discernimiento de estos hombres y también, para que otros escuchen y respondan al llamado de Dios al sacerdocio, al diaconado, la vida religiosa y la virginidad consagrada.
Las preguntas para el arzobispo Aymond pueden enviarse a: [email protected].